27 de agosto de 2012

Tarta de vainilla con buttercream de Oreo

Este fin de semana habíamos quedado con unos amigos para comer, cenar y lo que fuera surgiendo, pero como el viernes lo había dedicado a hacer una tarta fondant de última hora, no pensaba hacer nada de nada. Para no acostumbrarles y eso...
Al final decidí hacer una tarta nueva, para que no les toque siempre a mis compañeros de trabajo hacer de conejillos de indias. Total, cada uno llevaba algo de comer y a mi me gusta no solo hacer postres, sino comérmelos luego.


Puede parecer extraño, siendo el bizcocho de vainilla la receta básica de la repostería americana, pero hasta ahora nunca la había hecho.
Como tenía que hacer algo rapidito, con cosas que tuviera en casa, me decidí por una versión del Victoria Sponge del libro de Primrose, acompañada de una buttercream de Oreos que tenía por la despensa.

Como creo que ya sabéis, soy poco amiga de la buttercream, pero estaba decidida a darle otra oportunidad y experimentar un poco a ver que salía. Ahora con la mezcladora queda mucho mejor y con las oreos está mucho más buena. Aunque me sigue pareciendo un poco bomba de azúcar.
Lo curioso es que de pequeña comía pan con matequilla y azúcar y me encantaba, pero no le termino de coger el gusto a la buttercream. ¿Será la edad?
Por suerte a los amigos pareció gustarles y en casa también han acogido con los brazos abiertos (o la boca abierta, más bien) las sobras que quedaron de buttercream.


Como eramos muchos, preparé un angel's food de chocolate sin gluten, por si a alguien no le gustaban las oreos y para que mi hermana pudiese comer también.
Fue un día repostero un poco desastre. Cuando más prisa tiene una más se complica... Tuve que salir corriendo a comprar mantequilla para hacer la buttercream porque no quedaba ni una pizca en casa, no me montaron las claras del angel's food  y cuando hacía las fotos de la tarta de oreos tuve un pequeño accidente y se me espachurró por un lado. Me tocó recomponer el adorno de la buttercream, pero por suerte creo que nadie lo notó.



Ingredientes
Bizcocho
  • 210g de harina para bizcochos (con levadura)
  • 225g de azúcar
  • 25g de maizena
  • 4 huevos
  • 3 cucharadas de leche
  • 225g de aceite de girasol
  • 1 cucharadita de levadura en polvo 
  • 2 cucharaditas de extracto de vainilla
Buttercream de Oreo
  • 300g de mantequilla
  • 300g de azúcar glas
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • Un paquete de galletas Oreo, más una caja de mini oreos para la decoración.
Preparación

Precalentamos el horno a 175º y uno o dos moldes de 20 cm. Si utilizamos uno, después tendremos que partirlo para poder rellenarlo. Engrasamos los moldes y les ponemos papel de horno en la base para poder desmoldarlo cómodamente después.
Tamizamos las harinas y la levadura.
En un bol grande, batimos el aceite con el azúcar e incorporamos los huevos uno a uno. Añadimos el extracto de vainilla.
Añadimos la mezcla de harina intercalándola con la leche y batimos a velocidad baja. Cuando esté bien integrado todo, lo colocamos en los moldes.
Horneamos durante 30 minutos o hasta que veamos que al introducir un palito sale limpio.
Dejamos enfriar y desmoldamos.
Podemos hacer un almíbar, para que el bizcocho esté más jugoso, con una parte de agua y la misma de azúcar. Lo ponemos al fuego removiendo hasta que se disuelva el azúcar y le ponemos un poco de extracto de vainilla. Después lo ponemos con cuidado sobre ambos bizcochos y ya los tenemos listos para rellenar y decorar.

Para la buttercream ponemos la mantequilla con el azúcar glas (previamente tamizado) en la mezcladora y batimos hasta que aclare y tenga una textura cremosa. Esto puede llevar 10 minutos, por eso es mejor utilizar una mezcladora que una batidora.
Añadimos la vainilla y batimos un poco mas. Mientras se bate todo, podemos ir preparando las galletas. Utilizaremos todo el paquete. Separamos la galleta del relleno.
Agregamos el relleno de las galletas a la buttercream mientras sigue batiendo.
Picamos las galletas en un procesador o con la batidora. Tiene que quedar muy fino, para que luego pase bien por la boquilla de la manga pastelera.
Por último, añadimos las galletas picadas a la buttercream, mezclamos hasta que se incorpore bien y decoramos como más nos guste.
Con las mini oreos podemos decorar la tarta. En esta las he partido por la mitad (dejando el relleno pegado en una de las partes) y las he colocado sobre la buttercream.

Alguno me preguntó que hacía con el relleno, si me lo comía mientras hacía la tarta. Pues no, ya veis que aquí todo se aprovecha. A ver si se creían que le pegaba lametazos a las galletas que luego decoraban la tarta... Tengo unos amigos muy mal pensados :p

 
Supongo que os habréis fijado que ahora las fotos tienen el logo en una esquina. No es para protejerlas de robos, ya que estos métodos sirven de bien poco (los derechos de las fotos los tiene siempre el autor de las mismas), sino para evitar que por esas cosas del destino, terminen en blogs del otro lado del océano, con gente preguntándose de quien será dicha tarta.
Una marca de agua afea la foto, sobre todo si se pone en el medio, así que espero que esto no las estropee mucho y ayude a la gente a localizarme en caso de querer hacerlo.
 
La culpable de todo esto es la tarta de la serie Galáctica que hice para el cumpleaños de un amigo. 
Mi hermana me dijo que es la que más le repinean en su cuenta de Pinterest y por curiosidad fui a buscarla "por imagen" en google chrome, para ver en que sitios la compartían. 
Mi sorpresa fue que no solo era compartida en Pinterest, sino que estaba en varios blogs, en los que se preguntaban de quien sería la tarta. Supongo que en algún momento, se perdió el enlace que llevan siempre en esa web y no fueron capaces de dar con la original.
Ni que decir que me hizo mucha ilusión encontrarme la tarta en estos sitios y ver que a la gente le ha gustado tanto como para dedicarle una entrada en su blog *^^*

18 de agosto de 2012

Tutorial cupcakes con tulipanes

Cuando puse las fotos de los cupcakes en facebook, varios me pedisteis un tutorial y aunque he tardado un poco, aquí os lo traigo... al fin!
Es bastante sencillo, así que espero que con las fotos se entienda bien. Tampoco necesitareis muchas herramientas para hacerlos, así que es ideal para todo tipo de presupuestos ^^


Material que vais a necesitar:

- Cupcake cubierto de la crema que más os guste
- Fondant blanco para cubrir el cupcake
- Fondant rojo (extra red de Sugarflair)
- Fondant verde (verde Kelly de Wilton con Dark Brown de Sugarflair)
- Cortador circular (un poco más grande que vuestro cupcake)
- Una carpetilla de plástico transparente
- Pegamento comestible o un poco de agua
- Un pincel
- Esteca estriada, rodillo marcador de fondant o un palillo
- Papel film para conservar el fondant


Empezamos tiñendo el fondant con los colores necesarios.
Para el rojo he utilizado el extra red de Sugarflair, ya que es el que mejor resultado da para un rojo intenso.
Para el verde he utilizado el verde Kelly de Wilton, con un poquitito de marrón para quitarle el fosforito del verde original y que sea más natural.
Si os estáis preguntando porqué utilizo dos marcas distintas, es sencillo, los primeros colores que compré fueron Wilton (cuando aún no había hecho nada con fondant), pero ahora compro siempre Sugarflair, ya que son aptos para celiacos. Los de Wilton pueden contener trazas de gluten.

1 - Para teñir el fondant, pasamos el color con ayuda de un palillo. Añadiremos de poco en poco, ya que algunos tiñen muchísimo con muy poca cantidad. Si necesitamos ponerle más color, utilizamos un palillo nuevo, para no contaminar el colorante.
Amasamos bien hasta que esté totalmente mezclado y envolvemos en papel film, para que no se seque.

2 - Estiramos el fondant blanco con la ayuda de un rodillo y cubrimos con papel film. Sobre él ponemos el cortador circular y ejercemos presión para hacer el corte.
El papel film hará que el borde quede más redondito de lo que quedaría directamente cortando sobre fondant. (Este truco lo aprendí de Alma).

3 -  Cubrimos con el fondant el cupcake, centrándolo bien. Con cuidado presionamos sobre el cupcake para que quede bien pegado en los bordes.

4 - Hacemos 6 pequeñas bolitas de fondant con forma de gota, que formarán los pétalos del tulipán.
Los ponemos dentro de la carpetilla de plástico y las aplastamos con el dedo. Podéis hacerlo también sin plástico, pero así es más cómodo para luego despegarlos.

5 - Marcamos cada pétalo con la esteca, girándola como se indica en la foto, o marcando dos o tres líneas en la parte más ancha con un palillo o herramienta marcadora.

6 -  Colocamos el pétalo que va a quedar atrás del todo. Si alguno os ha quedado más pequeño que el resto, aprovechad para ponerlo ahí. A continuación colocamos el siguiente pétalo, sobre el primero, un poco inclinado hacia un lado y sobre este el tercer pétalo, inclinado hacia el lado contrario.

Para pegarlos podéis utilizar pegamento comestible o un poco de agua, con la ayuda de un pincel.
El segundo tulipán se hace igual, aunque a veces interesa ir cambiando de posición el último pétalo, para que no quede tan simétrico. Si uno tiene el último pétalo hacia de derecha, en el otro lo pongo hacia la izquierda. También podemos cambiar un poco el tamaño y poner el número de tulipanes que queramos.


7 - Con el fondant verde hacemos un pequeño rulito y lo cortamos en dos, para hacer los tallos. Ponemos un poco de pegamento por donde queramos poner el tallo y lo colocamos con cuidado.
Recortamos lo que sobresale por fuera y ajustamos bien al borde.

8 - Para las hojas hacemos 4 peritas alargadas, las colocamos entre los dos plásticos de la carpetilla y lo aplastamos con el dedo. Empezamos por la parte más gordita y arrastramos hacia la punta, para alargarlo un poco más mientras lo aplanamos.

9 - Hacemos una raya en el centro de cada hoja, con el marcador o con un palillo. Y las colocamos una a una con cuidado, poniéndole un poco de pegamento o agua para que pegue en el fondant, y las doblamos hacia los lados más o menos como nos guste para darles movimiento.

Podéis ir colocando un tulipán más alto que el otro, los tallos inclinados, doblar las hojas, ponerlas hacia un lado, superponerlas, doblar alguna punta... Lo que se os ocurra.
Es bastante fácil y rapidito de hacer, pero si tenéis alguna duda, ya sabéis que intentaré responder todas vuestras preguntas.


15 de agosto de 2012

Cupcakes de limón (o lima) con merengue

Hace unos días mi madre me pidió que le tradujera un par de recetas del libro de Primrose Bakery, unos cupcakes de limón y otros de lima, con merengue por encima.
Me dijo que los haría en el fin de semana, pero como estaba haciendo tanto calor, se fue haciendo la loca, dedicándo las tardes a hacer florecitas de fondant (menudo vicio le ha dado), hasta que al final me ha tocado hacerlos a mi.
Y yo que estaba esperando librarme del calor del horno... Por suerte ha refrescado un poquito y no he muerto en el intento.


Necesitaba unos cupcakes para llevarlos al trabajo y celebrar el cumple de un compi, además quería aprovechar uno de ellos para hacer un tutorial de tulipanes que tengo pendiente. De paso estrenaba el libro de recetas de Primrose, que ya me estaba llamando desde la estantería.
Como mi madre quería probar los de lima, pero yo prefiero siempre el limón, al final hice de los dos y así podía dejar algunos en casa.


Para hacer los de lima, tan solo hay que cambiar el limón por lima. Y hacer el lemon curd con lima en lugar de con limón.
En esta ocasión, el lemon curd lo hizo mi madre y le dio por mezclar lima con limón, así que lo hizo con zumo de limón y ralladura de lima.
La receta es en teoría para 12 cupcakes, pero a mi me sobró para hacer otros 12 minicupcakes de cada receta.



Ingredientes
Bizcocho
    • 110g mantequilla sin sal
    • 200g azúcar
    • 25g azúcar moreno
    • 2 huevos (tamaño L)
    • 90 ml de leche semi-desnatada
    • 30ml de zumo de limón recién exprimido
    • 150g de harina para bizcochos (con levadura incluida)
    • 125g de harina
    • 1 cucharada de nata agria
    • 1 cucharadita de ralladura de limón
    • 12 cucharaditas de lemon curd
      Merengue
      • 4 claras
      • 225g de  azúcar
      • Ralladura de lima para decorar (opcional)
      Preparación

      Precalentamos el horno a 180º y preparamos 12 cápsulas.
      Mezclamos la mantequilla y el azúcar hasta que se aclare y esté cremosa. Añadimos los huevos de uno en uno y mezclamos bien antes de añadir el siguiente. 
      Medimos la leche en una jarra, añadimos el zumo de limón y la nata agria y mézclamos.
      La nata agria la compraba en carreour, pero han dejado de traerla, asi que lo hice con creme fraiche. Se le añade un poquito de zumo de limón y se deja reposar unos minutos.
      Tamizamos las harinas juntas en un bol. Incorporamos la harina y la leche con el limón a la mezcla de azúcar y mantequilla, alternándolas y dejando que se mezclen bien antes de seguir añadiendo, después incorporamos la ralladura de limón. 
      Llenamos las cápsulas 2/3 y hornéalo en el centro del horno durante 25 minutos. Para comprobar que están hechos pinchamos uno de los cupckes en el centro y si el palillo sale limpio es que ya está.
      Los cupcakes deben tener un color amarillo dorado clarito incluso cuando están hechos. 
      Dejamos enfriar los cupcakes 10 minutos en el molde y los pasamos a una rejilla para que se enfríen totalmente.


      Una vez que estén fuera del horno, reducimos la temperatura a 160º, para terminar los cupcakes con el merengue más tarde. 
      Cuando los cupcakes estén fríos, hacemos un agujero en cada uno e introducimos una cucharadita de lemon curd. En este caso, la ralladura de limón de la receta del lemon curd, la hemos cambiado por ralladura de lima (cosas de mi madre y su obsesión con la lima).

      Para preparar el merengue, batimos las claras hasta que formen picos duros. Cuando veamos que se mantiene totalmente firme.
      Añadimos una cucharada del azúcar y batimos hasta que esté bien incorporado. Añadimos el restante y batimos bien hasta que la mezcla tenga un aspecto brillante. Si vemos que no está tan firme como antes, seguimos batiendo hasta conseguir que quede bien firme. Hay que tener en cuenta que necesitaremos que se mantenga con la forma que le vamos a dar, si no están bien montadas las claras, se irá escurriendo por los bordes de nuestro cupcake o la forma que le hemos dado con la boquilla quedará menos definida.


      Para decorar los cupcakes, cubrimos con el merengue con la forma que queramos. Yo aquí utilicé la boquilla 2D de Wilton.
      Podemos ponerle por encima un poco de ralladura de limón o lima. Como hice de los dos, la puse para poder diferenciar unos de otros.
      Los ponemos en una bandeja de horno o rejilla y los metemos de nuevo en el horno durante 15 minutos, hasta que el merengue se haya endurecido ligeramente y tenga un tono dorado.
      Dejamos enfriar de nuevo los cupcakes sobre una rejilla antes de comerlos.


      En el libro pone que es recomendable comerlos el mismo día que se hacen, pero al día siguiente estaban más buenos y el merengue no ha perdido su forma.
      A mi madre le han encantado, tanto que dice que son los mejores que ha probado hasta ahora. Yo sin embargo sigo buscando mi receta de limón perfecto. Ya tengo la de chocolate, pero sigo buscando la de limón.
      Tengo que probarlos un día con aceite de girasol en lugar de mantequilla, que suelen gustarme más siempre. Cuando lo haga, pondré aquí una nota con mis impresiones, a ver si hay suerte y me acerco un poco más a la receta de limón perfecta.

      3 de agosto de 2012

      Magdalenas con aceite de oliva


      No se si alguna vez lo he dicho por aquí, pero hasta poco antes de comenzar este blog, no pisaba la cocina más que para lo imprescindible. Con una madre a la que le encanta cocinar y una hermana a la que le gustaba la repostería tradicional, no es que hiciera mucha falta tampoco.

      Fue a raíz de que mi hermana se viera afectada por unos dolores musculares y de espalda, que dejó de hacer cosas y no me quedó más remedio que tomar el relevo.
      Nunca me ha gustado cocinar, pero si comer, sobre todo pasteles. Así que ya que me tenía que poner, me puse a buscar recetas de tartas y galletas americanas, que además de encantarme, resultan más difíciles de encontrar aquí.
      Poco antes de la última Navidad, descubrí los cupcakes y las tartas decoradas y me puse a hornear más a menudo, buscando recetas y experimentando. Llevando los resultados a los compañeros de trabajo o a los amigos y para facilitar el intercambio de las recetas, inicié este blog.
      Quien lo iba a decir, de no pisar la cocina a no salir de ella.


      Aunque me quedan muchas recetas por descubrir, me acordé de las magdalenas que hacia mi hermana con la receta de mi abuela. Hacía muchísimo tiempo que no las hacíamos, así que le pedí la receta para ponerme a ello.
      Lo que más me chocó fueron las medidas, hechas todas con un vaso de vino. Uno en concreto que es pequeñito y que después de mucho buscar por casa encontré. Era el último que quedaba, por ahí tirado, lleno de polvo.
      Con lo acostumbrada que estoy a las tazas, jarras, cucharas de medir y la balanza, lo primero que hice fue medirlo todo, pasándolo a la balanza o a la jarra de medidas, no fuera que el vasito en cuestión decidiera morirse justamente ahora.


      Esta receta se hace con aceite de oliva. Como además mis abuelos eran de Carcabuey (Córdoba), utilizamos el aceite de allí, que tiene un sabor espectacular. Si queréis probar las auténticas magdalenas de aceite de oliva, hay que utilizar un buen aceite, no sirve cualquiera.
      Antes nos lo traía mi padre cuando iba de visita, pero el año pasado descubrimos que se puede comprar en toda España, ya que lo venden en las gasolineras Repsol. Son unas latas grandotas de la marca Parqueoliva.

      Ingredientes

      • 2 huevos
      • 250 g de azúcar
      • 250 g de harina
      • 125 ml  de leche
      • 180 ml de aceite de oliva virgen extra
      • 1 sobre de gaseosa
      • Ralladura de un limón
      Preparación

      Precalentamos el horno a 180º y preparamos las cápsulas.
      Batimos los huevos y añadimos el aceite, sin parar de batir, incorporamos el azúcar y la ralladura de limón.
      Por último añadimos la harina con la gaseosa, intercalándola con la leche. Cuando esté todo integrado, llenamos las cápsulas, no más de 2/3, y espolvoreamos un poco de azúcar por encima.
      Horneamos unos 30 minutos o hasta que empiecen a dorarse.

      Esta cantidad me llegó para unas 16 magdalenas. Pero como estoy utilizando unas cápsulas que son un poco más altas de las que se encuentran en las tiendas habituales, es probable que alcancen las dos docenas.


      No se cuantos años tiene esta receta, pero debe tener más de 100, ya que a mi abuela también se la enseñaron a hacer en su día.
      No puedo describiros el sabor, pero no conozco a nadie al que no le hayan gustado. Con un aroma entre el aceite y el limón que las hace inigualables.