La receta es para 12 cupcakes planitos o 10 bien llenos, como en las fotos.
Ingredientes
Bizcocho
- 150 g de harina
- 150 g de azucar
- 60 g de mantequilla
- 1 huevo
- 1 cucharada rasa de cacao en polvo sin azúcar
- 1/2 cucharadita de colorante rojo (en pasta o gel)
- 1/2 cucharadita de bicarbonato
- 1/2 cucharadita de esencia de vainilla
- 1 cucharadita de vinagre blanco
- 120 g de buttermilk (leche agria)
Frosting
- 125 g de queso de untar, tipo Philadelphia.
- 300 g de azúcar glas tamizado
- 50 g de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente.
Precalentamos el horno a 170º. Preparamos la bandeja para cupcakes con sus moldes de papel.
Tamizamos la harina con el cacao y reservamos.
El buttermilk puede ser difícil de encontrar, así que si no lo encontramos podemos hacerlo añadiendo una cucharada de limón o de vinagre blanco a la leche y dejarlo reposar 5-10 minutos.
Batimos la mantequilla con el azúcar, hasta que tenga una textura cremosa. Añadimos el huevo y la esencia de vainilla sin dejar de batir.
Incorporamos la mitad de la harina con el cacao y el buttermilk. Una vez que esté bien mezclado, añadimos el resto de la harina.
Añadimos el colorante y mezclamos para poder añadir más en caso necesario.
Por último mezclamos el bicarbonato con el vinagre y los añadimos. Mezclamos todo bien y ya lo tenemos listo.
Hornear durante 25 minutos o hasta que veamos que al pinchar con un palito sale limpio.
Dejar enfriar en el molde 5 minutos y sacarlos para que se terminen de enfriar.
Para el frosting batimos la mantequilla con el azúcar. Si donde lo hacéis no tiene tapa, cubrirlo con un paño para que no se salga el azúcar. Cuando esté bien mezclado, añadimos el queso hasta que esté cremoso. Cuidado de no batir demasiado para que no pierda cuerpo.
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