29 de enero de 2013

Cupcakes de frutos rojos sin gluten

Hoy os traigo una receta de mi madre, adaptada para que la pudiese comer mi hermana, a la que le encantan los frutos rojos.
Ya la había hecho antes y les había gustado mucho, pero esta vez le hizo alguna modificación para conseguir que fuese más esponjosa y está claro que lo consiguió. Le gustaron a todos, a mi hermana le encantaron y se comió dos seguidos de postre, y eso que la comida había sido bastante copiosa.


Os confieso una cosa, a mi no me gustan los bizcochos de frutos rojos. ¿No os pasa que os pueden gustar algunas frutas, pero en bizcocho no solo nos os gustan sino que os desagradan?
Lo mismo soy la única a la que le pasa esto, pero no me gustan en bizcocho, incluso la fresa, una de mis frutas preferidas. Me gustan en crudo, pero cuando están en bizcocho, como que no.
Por favor, si a alguien le pasa lo mismo que me deje un comentario aquí abajo, así me sentiré un poco más acompañada en mi rareza ^^


Aprovechando que hacía la tarta de fresa y chocolate, mi madre hizo estos cupcakes para que mi hermana también tuviese postre, y ya que estaba decoraba unos cuantos para traeros la receta a todos los que no podéis comer con gluten. Seguro que os encantan y os los coméis de dos en dos, como mi hermana. Si os gustan los frutos rojos, claro, jeje.


Para esta receta necesitareis una bolsa de frutos rojos congelados, o si queréis pueden ser frescos, pero salen más económicos congelados. Incluyen frambuesas, arándanos, grosellas y moras.
Si utilizáis las congeladas dejarlas descongelar a temperatura ambiente para que suelten el agua y podáis pesarlas.

Ingredientes
Bizcocho
  • 250 gr de harina Mix Dolci
  • 1 sobre de levadura (hacendado, 15 gr)
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato
  • 1 huevo
  • 100 gr de azúcar
  • 80 ml de aceite de girasol
  • 1 yogur (125 gr) y medio de fresa o frutos rojos
  • 100 ml de nata
  • 200 gr de frutos rojos congelados
Buttercream de fresa
  • 300 gr de azúcar glas
  • 250 gr de mantequilla
  • 1 cucharadita de pasta de fresa (al gusto)
Preparación

Calentamos el horno a 180º y preparamos las capsulas en la bandeja de cupcakes.
Previamente tendremos que haber sacado a descongelar los frutos rojos, que pesaremos una vez se hayan descongelado.
Tamizamos la harina, levadura y bicarbonato.
Batimos el huevo con el azúcar a velocidad alta. Añadimos la harina intercalandola con el aceite y el yogur a velocidad media hasta que esté bien integrado.
Con una espátula mezclamos la nata y los frutos rojos, mezclando suavemente con movimientos envolventes.
Llenamos las cápsulas 2/3 y horneamos durante 20 minutos o hasta que al pincharlos con un palillo este salga limpio.

La buttercream es la misma de la receta anterior, pero la repito aquí para facilitaros las cosas.
Tamizamos el azúcar glas (mejor icing sugar, que es más fino) y lo ponemos en la mezcladora junto con la mantequilla, que deberá estar blandita. Batimos unos 10 minutos o hasta que veamos que aclara y se pone esponjoso.
Añadimos dos cucharaditas de pasta de fresa y batimos unos minutos más.
Si no se va a utilizar en el momento, tendremos que batirlo de nuevo en el momento que vayamos a decorar la tarta, ya que se irá poniendo un poco dura y difícil de manejar.
También podéis añadirle un chorrito de leche si os gusta con menos cuerpo.

En estos cupcakes he utilizado la boquilla 1M, y un arándano y una frambuesa para rematar la rosa de buttercream.

20 de enero de 2013

Tarta de chocolate con buttercream de fresa

Parece que después de las fiestas no he sacado nada del horno, pero alguna que otra cosilla ha caído, aunque ninguna receta nueva que poder traeros. Ya sabéis que cuando algo gusta, no hay manera de hacer algo distinto.
Este fin de semana teníamos visita y una oportunidad para probar algo nuevo. Esta vez  quería hacer alguna tarta de las altitas, las llamadas layer cakes, aprovechando que me compré 3 moldes de 15 cm a los que aún no había dado uso.


Como últimamente parece que solo recurro a los libros para probar nuevas recetas, me he pasado por algunas de las páginas a las que sigo, como la de Sweetapolita, que seguro muchos conoceréis ya.
Tiene unas fotos estupendas. Con lo vaga que soy yo a la hora de hacer fotos que ni las ambiento ni nada... Pero que conste que es porque normalmente voy con prisas y no me da tiempo a mucho más. Esta tarta la terminé unos minutos antes de que llegasen los invitados. Por poco me toca fotografiar las migas.
Como siempre, he hecho algunos cambios. No soy muy amiga del café, me da miedo ponerlo y que solo sepa a eso, así que lo mezclé con agua para suavizarlo un poco.


Desde que descubrí la receta de la tarta de chocolate extremo, no me piden otra y quería probar alguna receta distinta, a ver si por un casual encuentro una más manejable pero igual de buena y esponjosa.
Por desgracia, o suerte, ha terminando siendo muy parecida, buenísima pero desmigable y difícil de manejar. Sin mencionar que es igual de líquida y necesita de moldes sin fisuras, de lo contrario se podría salir, como me pasó a mi. Por suerte solo fue un poco y no me tocó repetirla.
Tendré que buscarme otros moldes de este tamaño, porque parece que todas las recetas que hago son igual de líquidas y termino dejando la bandeja del horno perdida.


La buttercream de fresa no es con fresas naturales, sino con pasta de fresa, que desde que la descubrí no falta en casa. El resultado ha sido sorprendente, porque en lugar de quedar ultra dulce, tiene el toque ácido de las fresas, haciendo un contraste estupendo con el bizcocho de chocolate.
El sabor me recuerda bastante al relleno de las galletas de fresa. Incluso adquiere la misma textura con el paso de las horas.
Habrá que hacer alguna prueba con galletas a ver que tal queda. O con macaroons, con los que aún no me he atrevido y ya me va tocando.


Ingredientes
Bizcocho
  • 180 gr de harina de trigo
  • 275 gr de azúcar
  • 60 gr de cacao en polvo
  • 140 ml de buttermilk
  • 75 ml de aceite de girasol
  • 50 ml de café + 80 ml de agua (caliente)
  • 2 huevos (ligeramente batidos)
  • 1 cucharada de esencia de vainilla
  • 1 + 1/4 cucharadita de levadura
  • 1 + 1/4 cucharadita de bicarbonato
  • Una pizca de sal
Buttercream de fresa
  • 375 gr de mantequilla
  • 450 gr de azúcar glas
  • 2 cucharaditas de pasta de fresa
Chocolate derretido
  • 100 gr de chocolate para fundir
  • 60 gr de mantequilla
Preparación

Calentamos el horno a 180º y preparamos 3 moldes de 15 cm. Los engrasamos y colocamos papel de horno en la base para que nos sea más fácil a la hora de sacarlos.

Si no tenemos buttermilk, podemos hacerla casera poniendo una cucharada de zumo de limón en la leche y dejándola reposar 10 minutos.
Tamizamos los ingredientes secos en la un bol grande. Los mezclamos bien.
Incorporamos el resto de los ingredientes y mezclamos durante dos minutos a velocidad media.
Ponemos la mezcla en los tres moldes, con cuidado porque será bastante líquido.
Horneamos durante 20 minutos, abrimos el horno y le damos la vuelta a los moldes para que se haga bien por todas partes. Horneamos durante 10 minutos más o hasta que veamos que al pinchar con un palito este sale limpio.
Las dejamos enfriar en una rejilla antes de desmoldar.

Para hacer la buttercream, tamizamos el azúcar glas (mejor icing sugar, que es más fino) y lo ponemos en la mezcladora junto con la mantequilla, que deberá estar blandita. Batimos unos 10 minutos o hasta que veamos que aclara y se pone esponjoso.
Añadimos dos cucharaditas de pasta de fresa y batimos unos minutos más.
Si no se va a utilizar en el momento, tendremos que batirlo de nuevo en el momento que vayamos a decorar la tarta, ya que se irá poniendo un poco dura y difícil de manejar.
También podéis añadirle un chorrito de leche si os gusta con menos cuerpo.

Cuando ya tengamos la tarta cubierta con la buttercream, preparamos el chocolate.
Derretimos el chocolate junto con la mantequilla al baño maría o en el microondas a cortos intervalos de tiempo para evitar que se queme.
Lo vertimos sobre la tarta con cuidado y dejamos reposar unos segundos para que endurezca.

Si tenéis fresas naturales podéis utilizarlas para decorar la tarta, que no solo queda bonito, sino que están riquísimas.

    6 de enero de 2013

    Roscón de Reyes sin gluten

    ¡¡Feliz día de Reyes!!

    Aunque por mi casa nunca se pasan estos tres señores (mal rayo les parta... desde el cariño y el respeto, eh?), siempre nos juntamos a la cena para comer roscón. Cenamos solo roscón, con chocolate estilo colombiano, no a la taza que se acostumbra en España, que solo me gusta si es para mojar churros. Nos ponemos morados a roscón. Hay que aprovechar que solo se come una vez al año y nosotros lo aprovechamos pero bien.


    Esta vez os traigo el roscón sin gluten definitivo. Desde aquí toda mi admiración hacia Nuria, del blog Sin gluten. Mi hermana ha estado alucinando desde el primer trozo que se ha comido.
    Desde ayer que me puse a levar la masa mi hermana ha estado rondando como un león enjaulado esperando lanzarse a por él.
    El año pasado los que probé no estaban muy buenos. Hubo uno que estaba muy bueno pero ultra seco incluso recién horneado, y claro, la pobre no pudo disfrutar como el resto.


    Aunque la receta la tenéis en el blog que os puse más arriba, la voy a poner aquí resumidita para hacerla con mezcladora o a mano. La receta original tiene además la posibilidad de hacerla con panificadora, por si a alguien le interesa.
    Lo único que he cambiado ha sido el agua de azahar, que yo he preferido utilizar esencia.


    Ingredientes
    • 200 gr de harina Proceli
    • 50 gr de harina de garbanzo (no encontré y molí los garbanzos)
    • 1 sobre de levadura seca
    • 2 huevos a temperatura ambiente
    • 90 ml de leche (tibia)
    • 80 gr de mantequilla ablandada
    • 50 gr de azúcar
    • 38 gr de azúcar invertido
    • 1 cucharada de vinagre
    • Ralladura de 1 naranja
    • Ralladura de 1 limón
    • 1 cucharadita de esencia de azahar (se encarga en farmacias)
    • Almendra laminada
    • Frutas escarchadas
    • 1 huevo batido
    • Azúcar
    • Agua de azahar
    Preparación:

    Antes de nada tendréis que hacer el azúcar invertido si no lo tenéis ya. Se tarda un buen rato, sobre todo porque tiene que enfriarse, así que yo recomendaría tenerlo hecho el día antes.
    La receta la tenéis también en la web de Sin gluten, está muy bien explicada con fotos, así que pasaros por allí antes de nada. Necesitareis azúcar, agua y gasificante o  gaseosa (son dos sobrecitos, uno blanco y otro morado que van juntos, o uno blanco y otro amarillo).

    Empezamos con el roscón. Si no encontráis harina de garbanzo sin gluten, podéis moler unos garbanzos (crudos) con una picadora hasta que quede un polvo muy fino.
    Mezclamos las dos harinas con el azúcar y la levadura. Reservamos.
    En la mezcladora ponemos la leche tibia, los huevos, el azúcar invertido, mantequilla, vinagre, ralladura y la esencia de azahar y lo mezclamos todo.
    Añadimos la mezcla de harinas y amasamos durante 10 minutos. Podemos utilizar el gancho de la mezcladora o hacerlo a mano.
    Cubrimos el recipiente con un paño y dejamos que la masa doble su volumen poniéndola en un lugar cálido. Si veis que tarda más de dos horas, podéis acelerar el proceso poniéndola en el horno a 35º, con un recipiente con agua dentro para que no se reseque mucho.
    Cuando ya haya levado, nos mojamos las manos para manejar la masa. Formamos una bola y la colocamos sobre papel de horno. Hacemos el agujero del centro y le damos forma de roscón abriendo el agujero y alisándolo todo lo que podamos. Veréis que el aspecto es un poco extraño, como a bultos. Intentar dejarlo lo más liso que podáis.
    Dejamos levar de nuevo hasta que doble su volumen.
    Cuando haya aumentado, pincelamos con huevo batido y lo adornamos con las almendras laminadas, frutas escarchadas y azúcar humedecido con agua de azahar.
    El azúcar si que lo humedezco con agua de azahar, el del botecito azul que venden en los supermercados, no con la esencia.


    Precalentamos el horno a 250º arriba y abajo. Cuando esté a esa temperatura la bajamos a 210º y metemos el roscón. Horneamos durante 20 minutos, controlando que no se queme mucho por arriba. Si nos pasa, abrimos el horno y colocamos papel de aluminio por encima.
    Yo lo hornee con el recipiente con agua en el centro y se me quedó esa parte un poco cruda, por eso luego se quemó un poco el resto. Así que si colocáis un recipiente ponerlo en otra bandeja debajo o hacer el agujero más grande para que deje hacerse la masa de esa parte.

    El año pasado el roscón de reyes fue de mis primeras recetas, podéis encontrarla aquí,  pero este año decidí hacer otra distinta aunque bastante similar, la de Webos fritos.
    No paraba de ver alabanzas a su receta, así que me decidí a probarla. No he notado muchas diferencias con la que hice (que por cierto estaba bien bueno) pero en la segunda hornada he hecho algunos cambios para mejorarlo.


    Añadí el zumo de media naranja y en lugar de agua de azahar, esencia, una cucharadita solo.
    La esencia la compré en la farmacia, mucho más intensa que el agua de azahar, que me resultaba demasiado sosa. Lo malo es que está a precio de oro. Me costó 21 euros y solo dura un año.
    Si os gusta con sabor más intenso de azahar, podéis ponerle una cucharadita y media, que es como más le ha gustado a mi madre, pero a mi me parece que así queda demasiado perfumado.

    Espero que los reyes se hayan portado mejor con vosotros y os trajeran muchos regalitos. Debe ser que no les gusta nada que en casa celebremos el 24 y se nos saltan en su recorrido.
    Ya me contareis que tal estaban vuestros roscones ^^

    1 de enero de 2013

    Cupcakes de turrón de Alicante

    ¡Feliz  año nuevo 2013! Desde aquí os deseo todo lo mejor para este año que comienza. Que todos vuestros sueños se cumplan y vuestros proyectos prosperen favorablemente.
    Seguro que si el año pasado no fue todo lo bueno que esperabais, este lo será. El numero 2013 me da muy buenas vibraciones, ¿a vosotros no? Quizá sea porque el 13 es mi número favorito y no sea muy objetiva *^^*



    Un poco más y se me acaban las navidades sin que hiciese la segunda parte de los cupcakes de turrón. Ya se sabe que en estas fechas es cuando menos tiempo libre se tiene al final, porque entre cenas con amigos, familia, y salidas varias, te encuentras con que es día 7 de enero y no has tenido apenas tiempo para hacer todo lo que querías hacer.



    La idea de mi hermana para los cupcakes de turrón duro era utilizar el mismo bizcocho de los cupcakes de turrón blando, con el añadido de las almendras y la decoración a base de un merengue con miel, que le da más aspecto y sabor a este tipo de turrón.



    Menuda odisea fue hacer el merengue. No tenía ni idea de que se fuera a caramelizar tanto mientras lo vertía  sobre las claras. Tenía que haberle hecho una foto a las varillas de la mezcladora, porque se quedó como una especie de telaraña de caramelo por toda la parte superior, que daba miedo solo pensar en tener que limpiarlo luego.
    Menos mal que todo se va con agua caliente, aunque creo que tardé más en lavar todos los cacharros que en hacerlo.

    Por cierto, no utilicéis una boquilla pequeña o muy cerrada. Se me ocurrió hacerlo con la 2D y se me taponó con el primer cupcake. Tuve que cambiarlo todo a la boquilla 1M.


    Ingredientes
    Bizcocho
    • 100 gr de harina de trigo
    • 100 gr de harina de almendra
    • 50 gr de azúcar
    • 50 ml de leche
    • 2 huevos grandes
    • 150 gr de miel (1/2 taza)
    • 1 cucharadita de levadura
    • 1 cucharadita de bicarbonato
    • 30 gr de almendras fileteadas
    Merengue con miel
    • 200 gr de azúcar
    • 100 gr de miel
    • 50 ml de agua
    • 2 claras
















    Preparación

    Calentamos el horno a 175º y preparamos las capsulas en la bandeja de cupcakes.
    Tamizamos las harinas, la levadura y el bicarbonato y reservamos.
    Mezclamos los huevos con el azúcar, añadimos la miel y seguimos mezclando hasta que esté bien incorporado.
    Añadimos la harina con levadura y bicarbonato poco a poco a velocidad baja, intercalándola con la leche.
    Por último incorporamos las almendras fileteadas y mezclamos todo bien con una espátula.
    Llenamos las cápsulas no más de 2/3 y horneamos durante 20 minutos o hasta que estén doraditos.
    Poned atención al horno porque se pasan rápidamente. Están cuando huele a miel, cuando se pasan  empieza a oler a caramelo quemado y os puede pasar como a mi en esta ocasión, que el primer día están estupendos pero al haberse cocinado tanto, al siguiente se pusieron bastante duritos.

    Para preparar el merengue de miel, ponemos el azúcar, la miel y el agua en un cazo, mezclamos todo bien y calentamos a fuego medio (sin volver  a remover)  hasta que alcance los 130º, o hasta conseguir lo que se llama almíbar a punto bola dura, antes de que se convierta en caramelo.
    Batimos las claras a punto de nieve y sin dejar de batir añadimos el almíbar muy poco a poco, dejamos que vaya cayendo en un pequeño hilo constante.
    No tardéis mucho en añadir el almíbar, porque según se va enfriando se solidifica según cae y os puede pasar lo que a mi al final del todo. La varilla parecía una telaraña con hilos de caramelo que me llevó un buen rato limpiar después.
    Yo aproveché las almendras del bizcocho para decorar por encima del merengue, aunque podéis utilizar turrón machacado también, que seguro que queda genial.