19 de enero de 2015

Tutorial tarta cabeza de caballo

Tutorial tarta cabeza de caballo

A Laura, mi hermana, le encantan los caballos. Cuando era pequeña solo dibujaba caballos, eran su obsesión. Por lo que cuando nos pidieron la primera tarta con forma de cabeza de caballo, Laura en seguida dijo que si.
El primero lo hizo con un dibujo, pero para el segundo, el que vamos a ver en el tutorial, utilizó la fotografía del caballo del homenajeado.
Las fotos del paso a paso las hizo ella con el móvil, por lo que no tienen mucha calidad. Aún así espero que os podais hacer una idea.


Necesitareis una imagen del caballo elegido, en el tamaño que queráis realizar la tarta.
Para este tipo de tartas talladas, necesitareis un bizcocho que no sea muy húmedo, ya que sería imposible cortarlo y darle forma. También se puede congelar y recortar congelado, pero nosotras preferimos trabajar con los bizcochos frescos. Eso sí, tenéis que dejarlo reposar un día antes de hacer el montaje, para que asiente bien la miga.
Elegir un molde para hornear la tarta lo suficientemente grande para que os entre todo el dibujo, o al menos la mayoría. En este caso, la oreja se la añadiremos después, con los recortes que nos sobran. Si no os entra el pelo podéis hacer lo mismo.
Montar la tarta como más os guste, con sus capas de relleno. A nosotras nos gusta además darle una capa por encima, y enfriarlo un poco en la nevera, para que aguante mejor y no se desmigue.

 
1- Colocamos el dibujo o imagen sobre el bizcocho. Intentaremos que la parte principal esté toda junta. No pasa nada si no nos entra la parte del pelo o la cabeza.
Otros caballos tienen el pelo sobre el cuerpo, por lo que no tendríamos que añadirle nada.
Como veis, el dibujo lo hemos recortado por el contorno. Aunque en la imagen se ve un trozo de la crin cortada, nosotras recortamos dejando bizcocho para la crin.

2- Con un cuchillo de sierra, vamos cortando la tarta, siguiendo la plantilla. Mejor quedarse cortos cortando que pasarnos. Ir con cuidado, y si hace falta repasar algo más tarde, lo haremos poco a poco para no recortar de más.

3- Con el dibujo encima, marcamos con una esteca en forma de punzón las zonas que queremos rellenar o vaciar de bizcocho, para crear los volúmenes.
En este caso la parte del ojo, el moflete, la crin y los agujeros de la nariz y la boca.

4- Aprovechamos los recortes de bizcocho para añadirle la oreja y la crin, en caso de que no nos hubiese entrado en la plancha de tarta. Utilizamos la imagen del mismo modo para recortar ese trocito de bizcocho. Lo añadimos al resto ayudándonos de la crema del relleno y cobertura, para que quede bien pegado.
Quitamos el dibujo y vamos cortando poco a poco en las zonas que queramos rebajar. Esto lo haremos con un cuchillo de sierra pequeño.
Si veis que se va desmigando demasiado, ponerle un poco más de la crema del relleno. En este caso es ganache de chocolate, es lo único que utilizamos en verano, ya que con buttercream se hace difícil trabajar sin refrigerar tanto tiempo como requieren estas tartas talladas.
Para ponerle volumen, utilizamos los restos de bizcocho y los ponemos sobre la zona con un poco de ganache para que quede bien pegado y recortamos en caso necesario.
También podemos hacer una especie de masa de cakepop, con bizcocho y relleno todo junto, haciendo que sea más moldeable y no necesitemos recortar con cuchillo. Así podemos darle un acabado bien liso.



5- Cubrimos todo con ganache, o la cobertura que hayamos elegido, y dejamos reposar bien en la nevera, hasta que endurezca lo suficiente.
Si necesitamos retocar algo, hay que hacerlo ahora. Añadimos o quitamos dónde veamos que hace falta y volvemos a cubrir con la crema. Recordar refrigerar siempre antes, para que la crema no esté blanda, antes de cubrir con fondant.

6- Limpiamos bien la base y recogemos todas las migas antes de estirar el fondant, para que no se ensucie.
Medimos la tarta para asegurarnos que estiramos fondant suficiente. Estiramos el fondant y lo colocamos sobre la tarta con mucho cuidado. Intentar dejarlo suelto, para poder ir ajustándolo por los lados y que no se rompa.
Acordaros de marcar los agujeros, con mucho cuidado, para no agujerear el fondant.

7- Una vez tengamos bien ajustado todo el fondant, recortamos con cuidado todo lo sobrante.
Nos aseguramos de que todas las partes estén bien marcadas, la boca, la nariz, el cuello, etc.

8- Procedemos a pintar las sombras. Esto lo hacemos de dos formas.
Con colorantes en polvo y aplicamos como si fuera maquillaje. Utilizamos una servilleta para descargar el pincel, nunca ponerlo en el fondant directamente del colorante. Es mejor ir poco a poco e ir haciendo varias capas hasta conseguir la sombra deseada, a pasarse y que nos quede muy oscuro.
Otra forma es con colorantes en gel o polvo, disuelto en un poco de alcohol comestible. Nosotras usamos Vodka. Con esto hay que tener mucho cuidado, ya que si humedecemos mucho el fondant corremos el peligro de que se nos estropee. Lo bueno es que si utilizamos un pincel grande, dejaremos una textura como si fuera el pelo del caballo. Algo que con la pintura en polvo sola no se consigue.
Podéis hacer pruebas antes sobre un trozo de fondant.

Por último, aunque no hizo fotos del proceso. Hacemos el ojo con una bola blanca de fondant y lo colocamos en el agujero. Le ponemos un poco de párpado del mismo color del resto del caballo (si hiciera falta) y bordeamos con una pequeña tira de fondant negro.
Recordar que las pupilas de los caballos no son redondas, sino un poco alargadas horizontalmente. Podéis pintarle el iris y la pupila o ponerla con fondant. En este caso es pintada, para que quede un poco más realista.
Para terminar, le podemos poner churritos finos de fondant para que quede con más volumen la crin, y si queremos, complementos como el cabezón de cuadra.


Esta fue la primera tarta con forma de cabeza de caballo que hizo Laura. Aquí podéis ver mejor la parte del ojo y la otra forma de crin que le podéis poner.

4 de enero de 2015

Tartas fondant Madrid

Tartas fondant

Desde que hice la web, las fotos las voy subiendo a la galería, por lo que en el blog solo se ven las antiguas. El motivo es que muchas fotos en una sola página la hacen muy lenta, y en la web se pueden ver por categorías, igual que en el facebook, lo que lo hace más cómodo.
Estos últimos meses hemos estado muy ocupadas realizando vuestras tartas personalizadas; tartas de cumpleaños de fondant, tartas de boda, comuniones y bautizos, de empresa...
Nos encanta poder darle forma a las tartas tan originales que se os ocurren y dar rienda suelta a nuestra imaginación.


La mayoría de las veces son tartas para sorprender a otros, con elementos personales pensados exclusivamente para el homenajeado, lo que las hace muy especiales, tanto para vosotros como para nosotras. Sobre todo cuando os vemos las caras de sorpresa al recogerlas o nos mandáis mensajes contándonos no solo lo que os ha gustado por fuera sino por dentro.
Cuando nos decís que son las mejores tartas de Madrid y que están riquísimas nos sentimos muy alagadas. No sabemos si son las mejores tartas de Madrid, lo que si es cierto es que intentamos hacerlas al gusto del que la va a recibir; con más relleno, con menos relleno, más o menos dulce... Aunque sean más húmedas de lo normal, y por tanto nos lleven más tiempo decorarlas, queremos que la gente disfrute de una buena tarta, que el paladar disfrute lo mismo que los ojos.

En esta entrada aprovecho para compartir algunas de las tartas que hemos hecho estos últimos meses.
Las hay de todo tipo, con modelados, esculpidas, infantiles...

 
 

Nos encanta hacer tartas con modelados, aunque para poder realizarlos hay que reservar las tartas con tiempo, ya que se hacen a mano y además de las horas o días que lleva hacerlos, necesitan unos tiempos de secado que pueden hacer que un modelado requiera una semana entera de proceso.
Incluso los diseños planos, en 2d, pueden llevar muchas horas de trabajo, dependiendo de la complejidad del dibujo. Entre teñir fonfant y darle forma, un diseño sencillo puede llevar más de 4 horas, imaginaros uno complejo.
Para que os podáis hacer una idea, los personajes de Winnie the Pooh fueron dos días enteros de modelado.


Otras tartas son esculpidas o con formas. Esto hace que se tengan que realizar los días previos a la entrega. No podemos hacer más tartas mientras se está realizando una tarta esculpida, ya que se tiene que trabajar sobre la tarta ya horneada y no nos gusta hacerlas con mucho tiempo, para que estén frescas.
Esto significa que si la tarta es para el sábado, estaremos el viernes y el sábado haciendo solo esa tarta. La mayoría de las veces la jornada laboral se alarga hasta la madrugada.
A esto hay que añadirle que no pueden realizarse para pocas raciones, suelen superar las 20 raciones en la mayoría de los casos.
Algunas tienen detalles en fondant que pueden realizarse con anterioridad, como la cabeza de Yoda o el dragón (y menos mal, porque llevan días de trabajo), y otras, como el minion o la nave, se tienen que hacer directamente sobre la tarta.




Si es una tarta compleja, podemos estar dos personas trabajando en esa misma tarta durante tres días seguidos, como en el caso del destructor Imperial ( la nave que veis aquí arriba). Este es el motivo por el que las tartas esculpidas son las más caras de todas.

Lo bueno de estas tartas es que hay para todo tipo de gustos y presupuestos.
Las tartas de libros y películas, como de aficiones o animales de compañía siempre triunfan, porque se hacen pensando en los gustos del homenajeado. Casi todos tenemos una pequeña obsesión con alguna de estas cosas, por lo que una tarta así siempre forma parte de un regalo estupendo.

 

Incluso están las tartas que se hacen pensando en varios miembros de la familia, o grupo de amigos, no solo en la persona que lo va a recibir sino también en los que van a compartir su momento.


Las tarta infantiles nunca faltan. No solo porque los más pequeños lo disfrutan enormemente, sino porque los mayores también disfrutamos con ellas y con las caras de felicidad que ponen al verlas.


Algunas nos han pedido tantas veces que ya les ideamos escenarios distintos, como Las de Peppa Pig o Frozen. Si es que cuando algo les gusta, no hay quien les haga cambiar de idea.


Las tartas de boda, bautizos y comuniones también pueden ser diferentes. Se pueden hacer temáticas, o clásicas. Como son diseños totalmente personalizados, podemos partir de una idea, fotos, imágenes, colores, etc., para realizar la tarta de vuestros sueños.
También hay gente que quiere un diseño específico y traen su foto, aunque siempre intentamos darle un toque para que sea exclusivo para ellos.


Si en el lugar del banquete no permiten llevar vuestra tarta personalizada, algo que vemos bastante a menudo, también podéis pedir los recordatorios en forma de galleta. No solo son originales, sino que tienen la opción de guardarlo como recuerdo o comerlo.


También son buena opción como regalo corporativo. Cenas de empresa, aniversarios, estrenos de películas... Una infinidad de eventos donde una tarta puede no solo alegrar la vista, sino los paladares de los asistentes.


Y no nos olvidemos de los más frikis de la casa. Los que se gastan sus ahorros en figuras coleccionables, películas, series y montones de mangas o animes. No solo se llevarán una gran sorpresa, sino que si tiene un modelado o un dibujo en 2D, siempre lo pueden guardar como recuerdo, aún siendo comestible. No dudéis en pedirnos consejo en caso de querer conservar alguna parte de la tarta.




Aunque no veáis muchas tartas rosas en nuestro repertorio, o con flores, también las hacemos. Es solo que nadie nos las pide, no que no las queramos hacer. ¡Pedirnos flores, por favor!


Todas estas tartas tienen  muchas horas de trabajo, pero hay algunas más sencillas que se pueden elaborar en un solo día, como las layer cakes. Algunas hasta podemos adornarlas con florecitas o elementos sencillos, siempre que se reserven con tiempo. Son tartas más económicas pero no por ello menos bonitas.

 

Tened en cuenta que no utilizamos preparados ni tartas congeladas. Por eso se necesita un tiempo para su horneado y dejarla al menos 6 horas que enfríe del todo, aunque lo recomendable es esperar un día para que asiente bien, sobre todo en algunas muy húmedas. El segundo día hay que rellenarlas y cubrirlas, teñir el fondant de la cobertura y cubrirlas y ya por la tarde se decora con los modelados o dibujos que hemos hecho en días previos.

Todas nuestras tartas se hacen por encargo y aunque algunas se pueden hacer dos días antes de la entrega, como estas últimas, es probable que ya no tengamos tiempo por estar realizando otras tartas.
Siempre recomendamos reservar 15 días antes, aunque habrá veces que la fecha ya esté llena, como en época de comuniones, en otras ocasiones es posible que podamos hacer un hueco para encargos de última hora, así que no dudéis en preguntar, por si acaso.

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