1 de diciembre de 2014

Ruta repostera por Londres

A lo largo de estos años que escribo en el blog creo que no he mencionado que me encanta viajar. Me encantaría dar la vuelta al mundo algún día, pero a menos que me toque la lotería, lo veo complicado.
Llevaba unos cuantos años sin poder viajar y ya tenía mono de maletas y aviones, por lo que al ver un vuelo a Londres por menos de 50€ ida y vuelta no pude dejar de pensar en hacer una escapada.
Hay otros destinos a los que no he ido y me gustaría ir, como a Japón, pero por estos precios, imposible.

Después de buscar un hostal y comprobar todos los gastos, nos decidimos a hacer un viaje de 4 días, entre semana, para poder llegar a trabajar el viernes.
Como siempre, contaba con pocos medios económicos (además tenía que pagarle el viaje a mi hermana), pero entre los vuelos low cost, buses low cost y hostales, nos gastamos tan poco que nuestra madre también se apuntó al viaje junto a su marido. Creo que ha sido la primera vez que han dormido en literas jeje.

Ya había ido antes, la última vez hace casi una década, pero fue cuando aún no estaba metida en el mundo repostero y me limité a visitar los sitios típicos. Bueno, no solo sitios típicos, también hice alguna ruta frikera; convención del Señor de los anillos, visita a Oxford, sitios relacionados con Harry Potter... Recuerdo el primer año que fui, cuando aún las lineas de bajo coste no cobraran por las maletas, que me vine con todo lleno de libros. Aquellos maravillosos años...

No os creáis que este año solo íbamos a comer cupcakes, ni mucho menos. No podía faltar la visita a la Tardis (algo que no vimos en ninguno de los otros viajes), a última hora del último día, corriendo para no perder el bus al aeropuerto. La gente se nos quedaba mirando, porque mientras yo me asomaba por las ventanitas intentando ver el interior, Laura gritaba; ¡Doctooor!
Lo mejor fue tanto trajín para que después Laura perdiera las fotos. He tenido que hacer un cutre montaje con el vídeo de la cámara vieja que me llevé. Algo es algo.

Intentando colarnos en la Tardis
No nos dio tiempo a todo lo que quería hacer, pero es lo que tiene ir con más gente y que el cansancio general no ayudase.
El primer día nos pilló lloviendo y lo pasamos casi entero entre Portobello (donde no vimos mucho por la lluvia) y en Hyde Park, donde Laura alimentó a todas y cada una de las ardillas del ancho parque, con sus barritas de cereales sin gluten. Nos acercamos al parlamento, dónde cruzando el puente casi nos quedamos sin paraguas del viento y lluvia aparecida de la nada.
En el segundo día, después de una obligada visita a Candem, donde compré unas camisetas frikeras, nos fuimos a la zona de Oxford Circus para empezar la ruta del dulce.


Empezamos con Hummingbird Bakery, donde compramos una porción de NY Cheescake y varios cupcakes; red velvet, black bottom, S'moreanne y zanahoria. Estos rondaban las 3.50L, y 4.50L las porciones de tarta. Lo pedimos todo para llevar y justo al lado nos paramos en L'eto Caffe. Una bakery donde también se encuentra alguna cosa salada y dónde tenían todo expuesto en el escaparate. Como para no entrar con la pinta que tenía todo.

L'eto Caffe
A mi no me gusta el café, ni el té, ni las infusiones, soy así de raruna, pero como mi hermana no puede vivir sin 20 cafés diarios, pues aprovechamos para comer de dulce. Nos pedimos una tartaleta de fresas, una especie de semi frio de frutos rojos, y una fudge de chocolate sin gluten.
La fudge de chocolate sabía a chocolate bien negro, como a ella le gusta, por lo que apenas me dejó probarlo. El semi frío estaba acidito y bastante bueno, y la tartaleta tenía una gran montaña de algo entre nata y algo desconocido, con fresas y una base con sabor a almendra amarga, un sabor que no me hace ninguna gracia. Me comí todo el relleno y como los niños chicos fui dejando la base a un lado del plato, que se comieron los demás sin rechistar.
Los precios superaban las 4 libras, unos 5€ cada pastelito. Caro, pero en Londres estas cosas siempre lo son. Así que a pesar de ello, el sitio es muy recomendable. Eso si, si vais al baño necesitareis una linterna o algo, porque tienen una luz que no deja ver nada de nada. Nunca había visto nada parecido. Un baño de lo más raro.

Paramos un ratillo en Covent Garden a comer y nos acercamos a una de las tiendas de Primrose bakery. Era pequeñita y no había nadie. Tampoco tenía mucha variedad, así que nos pedimos para llevar uno de chocolate y un salted caramel, los dos costaban menos de 3L.
Caminando hacia Charing Cross Road nos encontramos con Sweet Couture. Tenían un cupcake sin gluten, por lo que hasta Laura pudo llevarse algo. Compramos un banofee y el sin gluten ChocCheescake. Estos valían 3L cada uno y fue en el único sitio dónde nos los dieron en bolsa de papel, por lo que llegaron un poco espachurrados.

Hummingbird Bakery, Primrose bakery y Sweet Couture
Esa noche nos comimos los cupcakes para cenar. Los probé todos y terminé comiéndome la cheescake ya que el resto no me hacía mucha gracia. Los bizcochos estaban un poco duritos y secos y los que tenían crema de queso a mi me sabían a buttercream, muy muy dulces y se notaba el azúcar al masticar. El de zanahoria tenía demasiada nuez moscada para mi gusto, solo me sabía a eso, por lo que se lo dejé a los demás.
Quizá íbamos con las expectativas muy altas, pero a todos nos dejaron un poco indiferentes. Estaban más o menos buenos, pero nada impresionante. De hecho hubo alguno que ni nos comimos porque no le gustó a nadie.
La cheescake estaba buena, aunque sin cobertura de frutas resultaba un poco sosa y me recordaba más a las tartas de queso empaquetadas que a las artesanales. Creo que estoy ya muy acostumbrada a la que hago yo, que es mucho mas jugosita.

Oxford y Hyde Park
El Tercer día lo pasamos en Oxford, a pesar de estar poco tiempo, no quería dejar de ir, ya que hacía muchos años que no lo visitaba y Tolkien tira mucho. Como el viaje de mi hermana lo pagaba yo, ni rechistó, a pesar de que nos quedábamos sin un día de Londres.
Con Megabus salen los billetes entre 1 y 6 libras, siempre que se compre con tiempo, por lo que no había excusa. Lo malo, como siempre, el madrugón, ya que eran casi dos horas de viaje.
Las veces anteriores había ido en verano, por lo que esta vez pude verlo en su ambiente universitario.
Aprovechamos además para hacer un tour a pie "gratuito", con el que descubrimos cosillas nuevas de la ciudad y sus college.
Entre otros sitios, visitamos la Christ Church, donde algunos reconoceréis lugares relacionados con las películas de Harry Potter, y The Eagle and Child, donde se reunián los Los Inklins, grupo literario al que pertenecían Tolkien y C.S. Lewis.
Junto a la Bodleian Library nos paramos de nuevo en una cafetería donde probamos los famosos scones. Nunca los habíamos comido y nos gustaron bastante. Todo un descubrimiento.

Pensábamos que el último día no nos daría tiempo de ir a la bakery de Peggy Porschen, pero sin darnos cuenta nos vimos al lado de Victoria Station y como está por la zona, fuimos a tomarnos algo. Y menos mal, porque de no haber ido nos habríamos vuelto un poco decepcionadas respecto al tema cupcakes. Aquí pedimos un red velvet, banofee, black forest y una porción de tarta de fresas y champagne. Además tenían muffins sin gluten, por lo que nadie se quedó sin comer algo.
Todos a 3.50L y un poco más la porción de tarta.

Peggy Porschen
Nos sentamos en una de las mesitas que tienen dentro, que a pesar de ser pequeñito, es muy acogedor, aunque demasiado rosa para nosotras, no era estridente y se estaba a gusto.
Aquí todos estaban esponjosos y bastante buenos. Aunque no se muy bien porqué el red velvet tenía buttercream en lugar de crema de queso. Nos pasó con todos los red velvet.
El banofee fue el único que tenía la crema de queso, mucho más suave que el resto, aunque más dulce de lo habitual en una crema de este tipo. El de chocolate estaba muy bueno también.
De lo único que tuvimos pegas es de la tarta. Quizá somos nosotras que no estamos acostumbradas a las tartas tipo victoria sponge, que son más secotas, pero es que además carecía de sabor, tenía poco relleno de fresa (era como una fina capa de mermelada) y no sabía nada a champagne. Y lo digo yo, que noto cualquier tipo de licor a la mínima.
Quizá tenemos gustos muy diferentes a los ingleses y las recetas las hemos ido cambiando un poco a nuestro gusto y ya nos hemos acostumbrado a bizcochos un poco más jugosos y rellenos menos dulces.

No nos dio tiempo a visitar tiendas de material, ni muchos sitios turísticos que tengo apuntados desde el primer viaje como pendientes. Así que seguirán en la lista para la próxima vez. Esperemos que no vuelvan a pasar 10 años. No estaría mal volver para hacer un curso en Squires Kitchen o con Peggy Porschen *^^*

28 de septiembre de 2014

Galletas de yema de huevo y cítricos

Quien me iba a decir cuando abrimos la tienda que no volvería a tener tiempo libre, no solo para  escribir una pequeña entrada, sino para salir, quedar con amigos, ir al cine, leer... A veces se hace duro porque necesitamos tomar aire y desconectar un poco. Pero a pesar de todo nos encanta nuestro trabajo, hacer tartas e ir aprendiendo con cada una de ellas, ver como los clientes repiten para las siguientes celebraciones nos llena de alegría. Algunos son ya como parte de nuestra familia y esto hace que todo el esfuerzo merezca la pena.


Cuando consigo ponerme a escribir una entrada ha pasado un siglo desde la última, pero no quiero abandonar el blog, así que no os marchéis que aquí voy a seguir aunque sea de pascuas a ramos.
Ya me cuesta ir al día con las fotos de las tartas que hacemos, por lo que cuando tenemos libre (un domingo por la tarde o lunes), Laura se va a dormir una mega siesta de las suyas y yo me pongo una peli mientras edito fotos y no me da tiempo de mucho más. Estamos mayores :p


Perdonadme, me lio a escribir y ni os cuento de que va la receta de hoy.
Cuando hice la tarta de fresas con nata me sobraron un montón de yemas, por lo que acudí al buscador para dar con alguna receta con muchas yemas y encontré esta en www.food.com.
Me han encantado, con un saborcito a cítrico de lo más fresco. Algunos han repetido unas cuantas veces y otros se han quedado con las ganas de probarlas porque no he tenido tiempo de hacerlas de nuevo. 


Como este año solo nos hemos podido tomar 5 días libres y los hemos dedicado a descansar, tenemos un mini viaje preparado para Londres. Me toca pagarle a mi hermana su parte, pero como me encanta viajar y hace años que no podemos salir... Esperemos que por el precio que tiene el billete (más barato que hace años cuando nadie conocía easyjet) no nos toque sacar los brazos por las ventanillas para que aquello consiga volar jeje.
Por suerte no somos muy tiquismiquis y estamos acostumbradas a ir a sitios tipo hostelling. Es lo que toca cuando te gusta viajar y no tienes muchos medios económicos.
Iremos a todas las bakerys que podamos, pero también visitaremos lugares frikis, incluido Oxford (Tolkien tira mucho y megabus lo pone fácil), así que me temo que iremos corriendo de un lado a otro para que nos de tiempo a todo.
Nunca hemos ido a Londres por el tema repostero, así que si alguien sabe de sitios chulos, tanto de comer como de material, que nos cuente un poco, que vamos perdidas. ¡Gracias!

Ingredientes

  • 315 gr de harina
  • 1 cucharadita de bicarbonato
  • 1 cucharadita de cremor tártaro
  • 240 gr de mantequilla
  • 300 gr de azúcar
  • 1 cucharadita de vainilla
  • 1 cucharadita de ralladura de limón
  • 1 cucharadita de ralladura de naranja
  • 6 yemas de huevo
Preparación

Precalentamos el horno a 175 º y preparamos las bandejas con papel de horno.

Mezclamos el azúcar con la mantequilla hasta que esté cremosa.
En otro bol, batimos los huevos junto con la vainilla y las ralladuras. Añadimos esta mezcla a la mantequilla con azúcar.

Mezclamos los ingredientes secos en otro recipiente y los agregamos al resto de la masa.
Cuando esté bien incorporado todo hacemos bolitas con la masa, o utilizamos una cuchara de helados, y las aplastamos un poco sobre la bandeja.

En la receta original pone que hay que rebozarlas en azúcar, pero hice la prueba con azúcar y sin azúcar y están mejor sin ella. Siempre podéis hacer la mitad rebozadas y la otra mitad sin rebozar.

Las metemos en el horno durante 10 minutos. Hay que estar un poco pendiente, ya que depende mucho de nuestro horno y un minuto mas o menos puede suponer una gran diferencia. En cuanto veamos que se doran un poquito por los bordes, ya están.

Si las guardáis en una lata duran una semana perfectamente. Después de una semana suelen quedarse más duras, aunque siguen buenas. Depende de la textura que os guste, ya que así se quedan crujientes.

17 de agosto de 2014

Tarta de fresas con nata

Como algunos ya sabéis, soy un poco friki de lo japo y son algunas series de anime las que sigo, entre ellas Fairy Tail.
En ella a uno de los personajes (Erza) le encantan las tartas y en uno de los capítulos compra 50, una tarta para regalar y el resto para ella.
No me preguntéis porqué me dio el arrebato, pero hacía ya unas semanas que me había dado el antojo de hacer esta tarta, pero claro, en esta época encontrar fresas es casi imposible. Tuve que esperar a dar con ellas para poder hacerla.


Aproveché para probar una receta nueva, buscaba un bizcocho blanco con un sabor más o menos neutro y me decidí a probar esta de I am baker.
Como siempre, le hice algún cambio, ya que prefiero el aceite de girasol a la mantequilla y suprimí el extracto de almendra que no me hace mucha gracia.


El resultado es un bizcocho compacto pero ligero a la vez y muy jugoso. Queda de maravilla con la nata y las fresas, aunque en casa ya me están diciendo que haga otra con melocotones, frutos rojos... Vamos, que les ha encantado. Mi madre casi se come media tarta de una sentada, por poco la tengo que castigar y dejarla sin cenar, porque si nos descuidamos nos deja sin.


No me enrollo más y os dejo con la receta. Suerte que en agosto la gente está de vacaciones y he podido sacar ratillos libres para hacerla. Y lo mejor, tengo otra cosilla que hice con las yemas que me sobraron. Pero tendréis que esperar a la próxima entrada. De todos modos, hasta que encontréis fresas para hacer esta, creo que me da un margen de tiempo más que razonable... jeje.

Ingredientes
  • 285 gr de harina
  • 230 gr de azúcar
  • Una pizca de sal
  • 4 cucharaditas de levadura química
  • 250 ml de leche (semi desnatada)
  • 6 claras de huevos de tamaño grande
  • 2 cucharaditas de vainilla blanca
  • 170 gr de aceite de girasol
  • Fresas (al gusto)
  • Nata para montar
Preparación

Es importante que tengamos las claras y la leche a temperatura ambiente.
Precalentamos el horno a 175 º y preparamos los moldes, los engrasamos un poco y les ponemos en el fondo papel de horno. Yo lo hice en 3 moldes de 15 cm, aunque luego solo utilicé dos para que se pareciera más al dibujo, pero podéis hacerla de tres capas con menos relleno. 

Mezclamos la leche con las claras y la vainilla y batimos hasta que esté bien incorporado.
Ponemos en un bol grande o en el mezclador, la harina con el azúcar, levadura y sal y mezclamos a baja velocidad. Incorporamos el aceite y batimos durante un par de minutos.
Añadimos la mitad de la leche y batimos a velocidad media durante un minuto y procedemos a echarle el resto de la leche, mezclando otro minuto más.

Ponemos la mezcla en los moldes y horneamos durante 25-30 minutos, o hasta que veamos que al pinchar con un palito este sale limpio.

Cuando estén fríos los sacamos del molde y los dejamos sobre una rejilla hasta que se enfríen del todo.

Nivelamos los bizcochos con una lira o un cuchillo de sierra. 
Preparamos las fresas, las lavamos, les quitamos las hojas y las cortamos en trocitos.
Montamos la nata. Recordar que tiene que estar bien fría y tiene que ser de más de 35% de materia grasa para que monte bien.
Yo en esta ocasión he utilizado nata Vegetop, que es una nata vegetal que aguanta firme y de entre las que he probado es la que mejor sabe, sin azúcar añadido, por lo que se la pones al gusto, como a la nata de toda la vida.


Ponemos una capa de nata con una manga pastelera y la cubrimos de fresas, tantas como queráis. En esta no le puse muchas porque estaba intentando hacerla lo más parecida posible al dibujo, pero no escatiméis, que cuantas más tenga mejor. A la próxima le pienso poner muchas más, ¡¡muchas, muchas más!! *^^*

13 de junio de 2014

Mundial de Brasil 2014

Esta entrada va a ser cortita, pero no quiero que nadie se pierda el sorteo especial de la Guía del Ocio, en el que se pueden conseguir 6 cupcakes personalizados del mundial de Brasil 2014.

Para participar tenéis que ir a la web de la Guía del Ocio y leer atentamente las instrucciones. Tenéis hasta las 12:00 del 25 de junio, así que no os lo perdáis.
Eso si, tened en cuenta que el ganador tendrá que recoger sus cupcakes en Madrid o en nuestra tienda, que está en Villanueva del Pardillo.


Aunque estoy un poco desaparecida en el Blog, intento ir subiendo las fotos de los trabajos que hacemos en la página del facebook. No consigo encontrar tiempo, ya que apenas libramos algún día suelto en todo el mes y lo aprovecho para subir fotos. Si a alguien le sobran horas en el día, que me las venda, por favor, que no doy a basto.
Siento teneros tan abandonados y gracias por seguir ahí.

5 de abril de 2014

Chocolate chip cookies

No se si alguna vez he contado como empecé con esta obsesión por la repostería, pero fue precisamente por las cookies. Hace ya muchos años, en Nueva York, probé una cookie gigante que compré en la Gran Central Station. Aún tengo la imagen de esa super cookie en mi mente, nunca había probado nada igual.
Cuando empecé a hornear, buscando recetas por Internet, empecé con las cookies. No recuerdo cuantas recetas probé pero desistí tras unos cuantos intentos. Y entonces me puse a buscar recetas de tartas, con las que tuve más suerte y me olvidé de las cookies...


Hasta ahora. Aunque no he encontrado una cookie tan perfecta como aquella que probé (quizá ya la tenga mitificada en mis recuerdos), he probado y modificado unas cuantas recetas hasta conseguir esta cookie crujiente y blandita al mismo tiempo, que me encanta.
Cada vez que las hago se llena la cocina de un olor que ni os imagináis. No puedo evitar comerme una cuando aún ni se han enfriado. Por supuesto es para ver si pasan el control de calidad, no quiero que la gente se coma cualquier cosa, je je. Están riquísimas.

Lo complicado de estas galletas es el tiempo de horneado. Hay que tener mucho cuidado, ya que si nos pasamos se queda totalmente dura y si nos quedamos cortos se queda demasiado blanda.
Pero salgan como salgan, duras o blandas, ¡no las tiréis! están buenísimas igualmente. Si no que os lo digan mis compis cuando les llevo las que se me han pasado en el horno. No dejan ni las migas.


Seguramente tengáis que hacer algunas pruebas de tiempo hasta conseguir que sean crujientes en los bordes y blanditas en el centro. Pero no desesperéis, es pillarle el punto a vuestro horno.


Ingredientes

  • 250 gr de harina
  • 1/2  cucharadita de bicarbonato
  • Una pizca de sal
  • 170 gr de mantequilla derretida
  • 100 gr de azúcar
  • 220 gr de azúcar moreno
  • 1 cucharada de vainilla
  • Un huevo y una yema
  • 250 gr de pepitas de chocolate
Preparación

Precalentamos el horno a 170 º y preparamos las bandejas con papel de horno.
Tamizamos la harina con el bicarbonato y la sal y reservamos.

En un bol mezclamos la mantequilla derretida, el azúcar moreno y la normal hasta que esté bien integrado y haya aclarado un poco. Incorporamos la vainilla, el huevo y la yema y seguimos mezclando hasta que tenga una textura cremosa. Añadimos la harina ya tamizada y mezclamos, sin sobre batir.
Por último le ponemos las pepitas de chocolate y las mezclamos bien con una espátula. Con una cuchara de helado (de las que se utilizan para hacer bolas de helado), vamos haciendo bolas con la masa y las colocamos en la bandeja con una buena separación entre ellas. Yo pongo solo 4 por bandeja, ya que se expanden mucho.

Las metemos en el horno durante 15-17 minutos. Hay que estar muy pendiente sobre todo la primera vez que las hagamos, ya que un minuto puede suponer que la textura cambie totalmente. Cuando veamos que los bordes se doran, ya las podemos sacar. Las dejamos enfriar sobre la bandeja y las pasamos a una rejilla para que se enfríen totalmente. Pero cuidado, no las pongáis en la rejilla antes de tiempo, que siguen blanditas y se pueden romper.
Con esta receta os saldrán unas 16 cookies bien hermosas.

Últimamente no tengo ni un día libre (literalmente), pero intentaré seguir poniendo recetas ricas como estas. Aunque tarde casi un mes en terminar la entrada, como me ha pasado con esta. Espero que la espera haya merecido la pena y os gusten tanto como a mi.

Por si no nos seguís en facebook, del 25 al 27 de abril estaremos en Expotarta, en Madrid.
Además dentro de poco ¡¡celebraremos nuestro primer año como tienda!! A ver si tenemos tiempo de organizar algo ^^

1 de enero de 2014

Cupcakes de chocolate blanco

¡Feliz año nuevo 2014!
Qué tal el primer día del año, ¿mucha resaca? jeje. Yo por mi parte, como no bebo, no sufro esas consecuencias, aunque sí tengo sueño, ya que me voy haciendo mayor y no duermo lo que me gustaría poder dormir. Pero bueno, así tengo más tiempo para hacer cosas, escribir esta entrada en el blog y seguir trabajando en la página web, que espero tenerla online en breve.


Nosotras empezaremos el año haciendo roscones de reyes. Me parece que este año comeremos unos cuantos, porque además tenemos un horno nuevo que hay que probar y habrá que catarlo antes, buf, que pena me da, jeje.
Si no sabéis dónde comprar vuestro roscón, apuntarnos como una opción. No solo los hacemos artesanalmente, los hacemos el mismo día de la recogida para que esté recién hecho.


Esta vez os traigo una receta de cupcakes de chocolate blanco. Si te gusta este tipo de chocolate no dudes en probarlo, porque está buenísimo. Además cambia mucho si se combina con otras cremas que no sean del mismo chocolate, que no os de miedo mezclar sabores, está buenísimo con ganache de chocolate, limón o fresa.


Este verano hicimos una pruebas para una tarta nupcial, y tras unas modificaciones a la receta que encontré en el libro de Peggy Porschen, este fue el resultado.


Ingredientes

Bizcocho
  • 170 ml de leche
  • 215 gr harina (tamizada)
  • 225 gr azúcar (separamos 85 gr)
  • 60 gr de azúcar moreno
  • 105 gr de mantequilla
  • 2 huevos
  • 125 gr de chocolate blanco
  • 1 cucharadita de levadura
  • Una pizca de sal
Buttercream de chocolate blanco
  • 250 gr de azúcar glas (cing sugar)
  • 250 gr de mantequilla
  • 100 gr de chocolate blanco
Preparación

Calentamos el horno a 160º.
En un cazo ponemos a calentar el chocolate, leche, azúcar moreno y 85 gr de azúcar normal. Tenemos que remover continuamente con una espátula hasta que todos los ingredientes estén totalmente disueltos e integrados.
Batimos la mantequilla con el resto del azúcar hasta que obtengamos una mezcla más blanca y cremosa. Añadimos los huevos previamente batidos y mezclamos hasta que se incorporen bien.
Si no lo hemos hecho antes, tamizamos la harina y le añadimos la levadura y la sal y lo incorporamos a la mezcla de mantequilla y azúcar poco a poco a velocidad lenta.
Por último incorporamos la mezcla de chocolate derretido con la leche, sin prisa pero sin pausa.

Llenamos las cápsulas 2/3 y horneamos durante 20 minutos o hasta que veamos que la superficie se dora. Para asegurarnos que están hechos, como siempre, pinchamos con un palito y si sale limpio es que está listo.

La buttercream podemos hacerla mientras se enfrían los cupcakes. Derretimos el chocolate blanco y dejamos templar antes de añadírselo a la buttercream. Batimos la mantequilla con el azúcar glas hasta que blanquee y cambie de textura a una mucho más cremosa. Por último añadimos el chocolate, asegurándonos de que no está caliente, y batimos hasta que se incorpore totalmente.