Aunque por mi casa nunca se pasan estos tres señores (mal rayo les parta... desde el cariño y el respeto, eh?), siempre nos juntamos a la cena para comer roscón. Cenamos solo roscón, con chocolate estilo colombiano, no a la taza que se acostumbra en España, que solo me gusta si es para mojar churros. Nos ponemos morados a roscón. Hay que aprovechar que solo se come una vez al año y nosotros lo aprovechamos pero bien.
Esta vez os traigo el roscón sin gluten definitivo. Desde aquí toda mi admiración hacia Nuria, del blog Sin gluten. Mi hermana ha estado alucinando desde el primer trozo que se ha comido.
Desde ayer que me puse a levar la masa mi hermana ha estado rondando como un león enjaulado esperando lanzarse a por él.
El año pasado los que probé no estaban muy buenos. Hubo uno que estaba muy bueno pero ultra seco incluso recién horneado, y claro, la pobre no pudo disfrutar como el resto.
Aunque la receta la tenéis en el blog que os puse más arriba, la voy a poner aquí resumidita para hacerla con mezcladora o a mano. La receta original tiene además la posibilidad de hacerla con panificadora, por si a alguien le interesa.
Lo único que he cambiado ha sido el agua de azahar, que yo he preferido utilizar esencia.
Ingredientes
- 200 gr de harina Proceli
- 50 gr de harina de garbanzo (no encontré y molí los garbanzos)
- 1 sobre de levadura seca
- 2 huevos a temperatura ambiente
- 90 ml de leche (tibia)
- 80 gr de mantequilla ablandada
- 50 gr de azúcar
- 38 gr de azúcar invertido
- 1 cucharada de vinagre
- Ralladura de 1 naranja
- Ralladura de 1 limón
- 1 cucharadita de esencia de azahar (se encarga en farmacias)
- Almendra laminada
- Frutas escarchadas
- 1 huevo batido
- Azúcar
- Agua de azahar
Antes de nada tendréis que hacer el azúcar invertido si no lo tenéis ya. Se tarda un buen rato, sobre todo porque tiene que enfriarse, así que yo recomendaría tenerlo hecho el día antes.
La receta la tenéis también en la web de Sin gluten, está muy bien explicada con fotos, así que pasaros por allí antes de nada. Necesitareis azúcar, agua y gasificante o gaseosa (son dos sobrecitos, uno blanco y otro morado que van juntos, o uno blanco y otro amarillo).
Empezamos con el roscón. Si no encontráis harina de garbanzo sin gluten, podéis moler unos garbanzos (crudos) con una picadora hasta que quede un polvo muy fino.
Mezclamos las dos harinas con el azúcar y la levadura. Reservamos.
En la mezcladora ponemos la leche tibia, los huevos, el azúcar invertido, mantequilla, vinagre, ralladura y la esencia de azahar y lo mezclamos todo.
Añadimos la mezcla de harinas y amasamos durante 10 minutos. Podemos utilizar el gancho de la mezcladora o hacerlo a mano.
Cubrimos el recipiente con un paño y dejamos que la masa doble su volumen poniéndola en un lugar cálido. Si veis que tarda más de dos horas, podéis acelerar el proceso poniéndola en el horno a 35º, con un recipiente con agua dentro para que no se reseque mucho.
Cuando ya haya levado, nos mojamos las manos para manejar la masa. Formamos una bola y la colocamos sobre papel de horno. Hacemos el agujero del centro y le damos forma de roscón abriendo el agujero y alisándolo todo lo que podamos. Veréis que el aspecto es un poco extraño, como a bultos. Intentar dejarlo lo más liso que podáis.
Dejamos levar de nuevo hasta que doble su volumen.
Cuando haya aumentado, pincelamos con huevo batido y lo adornamos con las almendras laminadas, frutas escarchadas y azúcar humedecido con agua de azahar.
El azúcar si que lo humedezco con agua de azahar, el del botecito azul que venden en los supermercados, no con la esencia.
Precalentamos el horno a 250º arriba y abajo. Cuando esté a esa temperatura la bajamos a 210º y metemos el roscón. Horneamos durante 20 minutos, controlando que no se queme mucho por arriba. Si nos pasa, abrimos el horno y colocamos papel de aluminio por encima.
Yo lo hornee con el recipiente con agua en el centro y se me quedó esa parte un poco cruda, por eso luego se quemó un poco el resto. Así que si colocáis un recipiente ponerlo en otra bandeja debajo o hacer el agujero más grande para que deje hacerse la masa de esa parte.
El año pasado el roscón de reyes fue de mis primeras recetas, podéis encontrarla aquí, pero este año decidí hacer otra distinta aunque bastante similar, la de Webos fritos.
No paraba de ver alabanzas a su receta, así que me decidí a probarla. No he notado muchas diferencias con la que hice (que por cierto estaba bien bueno) pero en la segunda hornada he hecho algunos cambios para mejorarlo.
Añadí el zumo de media naranja y en lugar de agua de azahar, esencia, una cucharadita solo.
La esencia la compré en la farmacia, mucho más intensa que el agua de azahar, que me resultaba demasiado sosa. Lo malo es que está a precio de oro. Me costó 21 euros y solo dura un año.
Si os gusta con sabor más intenso de azahar, podéis ponerle una cucharadita y media, que es como más le ha gustado a mi madre, pero a mi me parece que así queda demasiado perfumado.
Espero que los reyes se hayan portado mejor con vosotros y os trajeran muchos regalitos. Debe ser que no les gusta nada que en casa celebremos el 24 y se nos saltan en su recorrido.
Ya me contareis que tal estaban vuestros roscones ^^