24 de julio de 2012

Taller de tartas de boda con Alma

¡Por fin asistí a un curso de tartas de pisos! Después de haber hecho algún experimento por mi cuenta, es agradable ver que tampoco andaba tan desencaminada, y he aprendido un montón de cosas nuevas y conocido a gente encantadora.
Es el segundo curso que hago en Alma's Cupcakes y como la otra vez, he salido con ganas de más. Tanto la profe como la pinche son un encanto y desde que entras te hacen sentir como en tu casa. Pero lo mejor de todo es que siempre sales con un montón de información nueva y trucos varios, no solo de la profe, también de las compañeras. Esta vez coincidí en el taller con The Cupcake Mama, a la que ya conocía y seguía y a las que aún no conocía y que seguiré desde ya mismo, Dulce Bichito, Sweet Berry y Cake Factory.


Fue genial conocerlas a todas y pasar ese día tan divertido. Hay que ver lo bien que nos lo pasamos siempre en los talleres de Alma. Está claro que la chica es una artista, pero como profe no tiene límite. Además se complementa a la perfección con su pinche, que lo hace todo mucho más fácil y ágil.
La clase ya fue en el taller nuevo, menudo cambio de espacio. Y lo mejor es que no todo es tan rosa ni lleno de flores como esperaba. Ya que el papel pintado está en la entrada y la parte del expositor, y dentro una pared es rosa, pero el resto es blanco. Admito que respiré aliviada al entrar ^^

Si alguna se pregunta, como yo, porqué las Kitchen Aid no tienen tapa para evitar tal desastre de azúcar glas... Si, tienen tapa, lo pregunté y la pusieron en una de ellas, pero no evitan este desastre azucaril, se desparrama lo quiera uno o no.
Como por ahora no puedo permitirme una de estas máquinas, tampoco tengo que preocuparme de limpiar luego semejante estropicio. Hay que verle el lado bueno a las cosas.



Este es el resultado del taller. Una tarta de dos pisos; la primera de 15 cm de ancho, tres planchas de bizcocho y la segunda un dummie de 10 cm. 
Hicimos la buttercream y la glasa y nos pusimos a nivelar, cubrir de almíbar y buttercream los bizcochos. Cubrimos todo bien lisito y lo dejamos en la nevera mientras hacíamos el resto. 
Empezamos a cubrir con fondant la base de la tarta y el dummie, para posteriormente cubrir el bizcocho. Montamos los pisos sobre la base, uniéndolos con glasa y nos pusimos a hacer la peonia para la decoración.


Mientras se secaba, aprendimos a decorar con glasa y practicamos un poquito antes de ponernos sobre la tarta. Para mi esta fue la parte más complicada, primero hay que medir bien dónde va cada punto y después tener la maña para que cada tira caiga en su sitio.
Como de costumbre, la glasa es mi asignatura pendiente, es algo que requiere práctica para no tener que ir corrigiendo cada dos por tres. Ni recuerdo la de veces que quité la glasa para empezar de nuevo y aún así no quedó como me habría gustado. Pero bueno, se hizo lo que se pudo y no quedó tan mal como esperaba. Se trataba de aprender nuevas técnicas y ya se irá perfeccionando con el tiempo.
Por último colocamos los lazos y la peonia. 


Es impresionante que por muchas horas que duren estos talleres, se hace cortísimo. Incluso se te quita el apetito y pierdes la noción del tiempo. Cuando se hizo la hora de comer ni imaginaba que sería ya tan tarde y cuando terminamos, incluso antes de la hora prevista, parecía que apenas llevábamos unas pocas horas allí.


Muchas gracias a la profe y la pinche por enseñarnos tanto y a esas compañeras majas que he conocido. Espero seguir viéndoos al menos por facebook y quien sabe si coincidiremos en el futuro en algún otro curso o taller. Ahora mismo necesito un curso de manga pastelera, así que si alguien sabe de alguno que esté bien, ya sabe ;-)