Recuerdo comerlas en las ferias cuando era pequeña, colocadas en esos puestecitos junto al algodón de azúcar. Creo que se me ha quedado grabada una imagen de uno de esos puestos de la feria de San Isidro. Hasta me parece estar oliendo a azúcar y caramelo...
Por supuesto que no podía dejar pasar la oportunidad de hacerlas. Tenía todos los ingredientes, incluido el sirope de maíz que estaba cogiendo telarañas en la despensa.
Nunca había hecho caramelo ni nada parecido, pero las ganas de volver a comerlas era grande y siempre es divertido experimentar cosas nuevas para luego comerlas. Y más si son cosas que siempre te han gustado y hace siglos que no comes.
Lo único un poco complicado, es que hace falta un termómetro para esta receta. Yo utilizo uno que compré en ikea bastante económico, aunque solo llega hasta 130º y tenía que alcanzar los 150º, pero bueno, más abajo os pongo un truco para comprobar que está listo sin necesidad de termómetro.
Vi unos cuantos vídeos para comprobar el proceso y en uno de ellos decía
que era mejor enfriar las manzanas en la nevera para que el caramelo se
endureciese más rápido. Error, al menos la primera vez es mejor no
hacerlo. Se endurece tan rápido que apenas le das una vuelta para
cubrirla bien y ya se ha endurecido, así que al darle la segunda vuelta
se suma a la primera, haciendo la cobertura más gruesa de lo
recomendable. No sabía ni como hincarle el diente a mis manzanas...
Ingredientes
- 3 manzanas
- 3 palos resistentes
- 105 g de azúcar
- 180 g de sirope de maíz
- 60 ml de agua
- Colorante rojo (extra red de Sugarflair)
- Aceite de girasol o en spray
Lavamos las manzanas y les quitamos el rabito. Introducimos, con cuidado pero firmeza, el palo en el centro de la manzana. Tiene que ser un palito resistente para que no se rompa. Como yo no tenía más que estas brochetas, le puse dos a cada manzana.
Preparamos una bandeja o plato con papel de horno rociado con spray de aceite o aceite de girasol. Muy poquito, lo justo para que no se nos pegue.
Preparamos en un cazo el azúcar, sirope, agua y colorante y mezclamos bien.
Lo ponemos a fuego medio y removemos hasta que hierva. Una vez rompa a hervir, no removemos más y colocamos el termómetro para retirarlo del fuego cuando alcance los 150º o pasen unos 25 minutos.
Si no tenemos termómetro podemos comprobar si está sacando un poco de caramelo con una cucharita e introduciendola en un vaso con agua fría. Si el caramelo se endurece del todo, sin llegar al fondo del vaso, es que ya está listo.
Lo retiramos del fuego y rápidamente procedemos a introducir una manzana en el caramelo, girando la manzana con el cazo un poco inclinado para facilitar que se sumerja bien. Hay que procurar cubrirla entera rápidamente.
Para facilitar el trabajo es recomendable utilizar un cazo pequeño o hacer más cantidad de caramelo de la necesaria.
Si nunca habéis hecho caramelo, os pasará como a mi, que se me quedó cara de horror al ver los restos duros como una piedra que quedan en el fondo del cazo.
Tranquilidad, no os achicharréis las manos como yo intentando fregarlo con el agua a tope de caliente. Simplemente poned agua a hervir en el mismo cazo y saldrá solo.
Por suerte ahí estaban las chicas en facebook dándome la pista, aunque pregunté tarde y mis manos ya estaban rojitas del calor. Para la próxima ya lo se.
Wow! qué pinta tan linda tienen!
ResponderEliminarMira que aqui en México también son muy comúnes las manzanas, sí, son ricas y antojables para todos!
Gracias por compartirnos!
Un abrazo desde México!
http://claudine-pastelespanquecitosyalgomas.blogspot.mx/
Me encantan!! Vaya color conseguiste!
ResponderEliminarhttp://juegodesabores.blogspot.com.es/
Gracias chicas ^^
ResponderEliminarEl color fue con el extra red de sugarflair ;-)